Cuando atravesamos una crisis es fácil perder claridad y esperanza. El Salmo 18 nos ofrece un mapa espiritual para caminar con Dios en medio de la tormenta. A continuación te comparto 7 pasos prácticos inspirados en este salmo para transitar la dificultad con fe y decisiones sabias.
1) Clama desde el corazón
“En mi angustia invoqué al Señor…” (Sal 18). El primer paso es orar con honestidad. Dile a Dios exactamente cómo te sientes y qué necesitas. Escribe una oración breve con tus palabras.
2) Recuerda quién es Dios
El salmista declara: “El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi libertador”. Haz una lista de tres verdades sobre el carácter de Dios (fidelidad, poder, cercanía) y léelas en voz alta cada mañana.
3) Ordena tu interior
Antes de actuar, calma tu alma. Respira, camina, toma agua y vuelve al presente. Pregúntate: ¿qué emoción necesito entregar al Señor hoy? ¿qué pensamiento quiero renovar con su Palabra?
4) Revisa el camino con luz
“Tú enciendes mi lámpara; el Señor mi Dios ilumina mis tinieblas”. Pide discernimiento y escribe: hechos (lo que realmente ocurrió), interpretaciones (lo que pienso) y opciones (alternativas posibles). Distinguir hechos de juicios traerá claridad.
5) Da un paso de fe
El salmo muestra a Dios capacitando al salmista para avanzar: “Con mi Dios asaltaré murallas”. Define una acción pequeña y concreta que puedas hacer hoy (llamar, pedir ayuda, ordenar finanzas, pedir perdón).
6) Rodéate de apoyo
Dios usa comunidad. Identifica a dos personas con las que puedas hablar y orar. Pídeles acompañamiento por una semana: un mensaje al día para sostener tu proceso.
7) Agradece y testimonia
El salmo termina en alabanza. Cada noche escribe tres gratitudes y una “señal” de cómo Dios te sostuvo. Compartir el testimonio fortalecerá tu fe y la de otros.
Plan de 7 días (descarga e imprime)
- Día 1: Oración honesta + escribir necesidad central.
- Día 2: Declarar 3 verdades sobre Dios.
- Día 3: Orden interior (emociones y pensamientos).
- Día 4: Hechos / Juicios / Opciones.
- Día 5: Acción de fe (pequeña y concreta).
- Día 6: Pedir apoyo y rendir cuentas.
- Día 7: Gratitud y testimonio.
“El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi libertador.”
— Salmo 18
Oración final
Señor Jesús, en esta crisis pongo mi vida en tus manos. Ilumina mis pasos, calma mi corazón y fortalece mi fe. Que pueda decidir con sabiduría, amar con paciencia y dar el siguiente paso contigo. Amén.
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